Columna publicada en la sección Historias mínimas de la revista Cuadernos de Pedagogía, número 467, mayo de 2016.
Nota: Esta columna parecerá un relato de ciencia ficción en cualquiera de los 76 países que todavía criminalizan la homosexualidad. Recordad: 17 de mayo, día internacional contra la homofobia.
IES Rosa Chacel de Colmenar Viejo. Clase de 4º de la ESO. Estamos hablando de la situación de gais y lesbianas en Rusia. Luis “Jo, profe, ¡cuánta homofobia hay en el mundo”. Profesor emocionado.
Clase de 1º de la ESO. Said (con cara de malote) “Profe, no te enfades, eh, pero según mi religión vas a ir al infierno.” Profesor: “Uf, pues vaya, espero que reces mucho por mí.” Rahi (recientemente amonestado y con cara de guasa): “Yo no pienso rezar por ti.” Risas.
Clase de 3º de la ESO. Madalina: “Profe, guapooo, te quierooo” Profesor a punto de cumplir los cincuenta: “Me parece muy bien, saca el libro y el cuaderno, por favor.”
Carnavales. Un grupo de ex alumnos de una tutoría de cuyo nombre no quiere acordarse, disfrazados de mariquitas, juegan al fútbol. Profesor con paranoia galopante aprieta el paso y los dientes y sigue adelante.
Clase de 3º de la ESO. Samid: “Profe, me ha dado recuerdos para ti Jose” “¿Qué Jose?” “Jose, el que también es gay. Dice que va a venir a verte un día.”
Dos alumnos de 3º discutiendo en broma en el pasillo. “Maricón, quita de ahí.” Se dan cuenta de que el profesor les ha oído. “Lo siento, profe” “¿Por qué lo sientes?” No responde, el otro alumno interviene: “Por lo que nos dijiste de que puede haber un alumno gay que nos escuche y eso.”
Después de tantos años de miedo, vergüenza y silencio, nos lo merecemos. Para que crezcan respetándose a sí mismos y a los demás, se lo merecen. Salgamos de los armarios.
Carlos Javier Herrero Canencia.
Profesor del IES Las Lagunas, de Rivas Vaciamadrid.